Los españoles mueven sus ahorros: menos cuentas corrientes, más fondos monetarios

Durante años, tener el dinero en la cuenta corriente era lo más normal. Nadie se planteaba si eso tenía sentido o no. Pero en 2025 algo está cambiando. Cada vez más españoles están sacando el dinero de las cuentas corrientes para moverlo hacia productos que, sin ser arriesgados, al menos dan algo más que un 0 %. No hablamos de bolsa, ni de criptos, ni de grandes inversiones. Hablamos de fondos monetarios. Discretos, sencillos, líquidos… y con una rentabilidad que empieza a marcar la diferencia.

Ahora mismo, las cuentas corrientes apenas ofrecen un 0,17 % anual, mientras que la inflación, aunque contenida, sigue comiéndose el ahorro poco a poco. Eso significa que tu dinero, si no se mueve, vale menos cada mes. Y la gente ya no quiere seguir perdiendo sin hacer nada. Por eso, el cambio.

Por qué están dejando las cuentas corrientes

En mayo de 2025, el volumen total en cuentas corrientes y libretas apenas creció un 5 % en un año. Eso ya dice bastante. La confianza en el ahorro tradicional se está resquebrajando, sobre todo porque quien compara se da cuenta de que hay opciones mejores sin complicarse la vida.

Los fondos monetarios se están convirtiendo en esa alternativa tranquila. No requieren conocimientos técnicos, se pueden contratar desde plataformas online y tienen liquidez diaria. Además, la mayoría invierte en deuda pública a muy corto plazo, lo que los hace bastante estables.

La clave es que, mientras la cuenta corriente apenas da nada, estos fondos están ofreciendo rentabilidades entre el 2 y el 2,8 % anual. Tampoco es para hacerse rico, claro. Pero si tienes 10.000 euros parados en el banco, entre ganar 0 y ganar 250 euros al año… la diferencia es evidente. Y más aún si no pierdes acceso a tu dinero.

Otro factor que está acelerando este cambio es la falta de remuneración en la banca tradicional. Las entidades no están trasladando la bajada de tipos al ahorro. No premian al ahorrador, simplemente se limitan a ofrecer productos sin rentabilidad y eso está empujando a la gente a buscar alternativas fuera del circuito habitual.

La cultura financiera también está cambiando, poco a poco. Hay más información, más comparadores, más opciones accesibles desde el móvil. Y eso facilita el paso. Ya no hace falta ir a la sucursal ni entender un contrato lleno de letra pequeña. Hoy en día, puedes mover parte de tus ahorros a un fondo monetario en cinco minutos y con total control.

Qué puedes hacer tú con tu dinero parado

No se trata de mover todo lo que tienes. Ni de lanzarte a lo loco. Pero si mantienes en tu cuenta corriente una cantidad que no necesitas en el día a día, quizás ha llegado el momento de plantearte algo distinto. Mantener todo el ahorro en una cuenta que no rinde nada ya no tiene mucho sentido. Menos aún si lo que quieres es que no pierda valor con el paso del tiempo.

Una opción práctica es separar una parte para cubrir imprevistos, por ejemplo, entre tres y seis meses de gastos y el resto ponerlo a trabajar en un producto seguro, que te permita recuperar el dinero en cualquier momento pero que al menos te dé algo a cambio.

Los fondos monetarios encajan justo en ese perfil: bajo riesgo, liquidez y una rentabilidad aceptable para lo que hay en el mercado ahora mismo. No necesitas ser experto. Ni asumir grandes riesgos. Solo entender que dejar todo en la cuenta corriente ya no es una decisión neutral. Es una decisión que te cuesta dinero.

No hace falta hacer grandes cálculos ni tener experiencia. Se trata de tomar una decisión más consciente con tus ahorros. Porque, si tu banco no te da nada por tener ahí el dinero… ¿por qué seguir regalándoselo?

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