Por qué es importante cerrar las cuentas bancarias

Cerrar una cuenta bancaria que no se va a utilizar no sólo es una buena idea, debería ser siempre obligatorio. Sin embargo, la cancelación de cuentas que no se van a utilizar no es algo que hagamos frecuentemente.

CERRAR CUENTA BANCARIA

Haz un pequeño ejercicio de memoria, trata de recordar cuántas cuentas bancarias has abierto a lo largo de tu vida. Probablemente serán unas cuantas. Después trata de recordar otras cuentas bancarias has cerrado de entre todas las anteriores. Si has cerrado todas las cuentas que ya no utilizas enhorabuena, pero lo más probable es que haya alguna cuenta que aún mantendrás sin cerrar o infrautilizada.

Las cuentas abandonadas

El uso de las cuentas bancarias está obviamente muy extendido. Se trata de un producto financiero directamente relacionado con las finanzas personales y la economía doméstica, un producto que utilizamos en nuestro día a día como eje central por el que discurre nuestro dinero.

A lo largo de la vida solemos abrir diferentes cuentas bancarias. Desde las primeras cuentas que se abren en la infancia, juventud como cuentas de ahorro o similar, hasta las primeras cuentas personales en la época de estudios o cuando accedemos al mercado laboral por primera vez. Posteriormente también iremos abriendo nuevas cuentas, cuando contratamos las hipotecas si  cambiamos de banco, cuando contratamos productos de ahorro o inversión en un marco nuevo, o simplemente cuando deseamos aprovechar las ventajas de la oferta de una nueva cuenta en una nueva entidad financiera.

Este proceder es correcto, los productos financieros permiten que vayamos saltando de oferta en oferta buscando aquella que mejor se acomode a nuestras necesidades, y por tanto, no sólo es legítimo sino en ocasiones muy saludable, buscar lo que más nos convenga también en las cuentas bancarias.

El problema es que no siempre recordamos que abandonar una cuenta puede ser un engorro futuro, y que la acumulación de cuentas abiertas no utilizadas o infrautilizadas en cualquier caso nunca es recomendable.

Y es que cancelar una cuenta y solicitar el cese de la actividad de la misma es nuestra responsabilidad como usuarios.

En este post te mostramos la importancia de las comisiones en tus cuentas

CERRAR CUENTAS

Las cuentas zombi

Aunque pueda parecer un titular excesivo, lo cierto es que algo de ello hay en las cuentas abandonadas de las que hemos perdido el rastro. Aunque nuestro país no ocurre o no ha ocurrido con tanta virulencia como en otros países donde incluso cuentas cerradas podrían volver a activarse si llegaban cargos domiciliados, este fenómeno es el que verdaderamente se conoce como cuenta zombi y en nuestro caso no ha ocurrido, pero si por ejemplo en estados unidos con determinados bancos hace no mucho tiempo.

Además de acumular de manera innecesaria productos financieros, el gran peligro de una cuenta olvidada se encuentra cuando, por el motivo que sea, esa cuenta ha generado un descubierto al que, por desconocimiento, no hemos hecho frente. Eso es relativamente frecuente cuando, por ejemplo, este descubierto ocurre en una cuenta que está relacionada con un domicilio en el que ya no recibimos en una entidad en la que no tenemos más productos financieros y por tanto no hemos cambiado nuestros datos de correspondencia.

Como podemos comprender esto está generando una deuda que desconocemos, y que, peor aún, puede ir aumentando a lo largo de los años por los gastos de posición deudora en las comisiones por mora que la entidad puede agregar a la cuenta. Ojo, estos gastos no se corresponden necesariamente con un descubierto que hayas abandonado tras una domiciliación no resuelta, puede ser perfectamente originados por las propias comisiones de las cuentas. Imagina que olvidaste cerrar una cuenta bancaria que poseía comisiones de mantenimiento cargadas anualmente, estas comisiones van a seguir siendo efectivas aunque tú no utilices la cuenta, y por tanto, se cargarán en la cuenta reduciendo el saldo, y cuando no haya saldo, se convertirá en saldo negativo.

Siempre que tengamos claro que no vamos a utilizar en el futuro una cuenta bancaria debemos cerrarla. Esto es así incluso cuando se trata de cuentas que en la actualidad no presentan comisiones o gastos, ya que las políticas de las entidades financieras sobre la aplicación de comisiones pueden variar.

Cómo son las cuentas sin comisiones ni vinculación, te lo mostramos aquí

CUENTAS BANCARIAS

Cómo cerrar una cuenta bancaria

Una cuenta bancaria puede ser cerrada tanto por el propietario como por la propia entidad financiera si la considera abandonada y así lo entiende.

Cuando es el propio banco quien cierra la cuenta debe comunicárselo al titular. Esta comunicación suele realizarse a través de carta certificada. No es una práctica que se realice en exceso, pero es viable que la entidad considera una cuenta abandonada y decida paralizarla antes de que genere deuda, el problema está si ya ha generado deuda.

También es importante que tengas en cuenta que algunos contratos prevén los cierres automáticos de cuenta cuando no existen movimientos durante un periodo de tiempo determinado. Cuando la irregularidad viene por la falta de movimientos del propio cliente la entidad financiera puede cerrar la cuenta sin demora alguna transcurrido el periodo pactado. Esta es una medida que se aplica a bastantes cuentas es interesante por tanto realizar las condiciones particulares de nuestras cuentas para saber si poseen la cláusula o no.

A la hora de cancelar la cuenta, como veremos posteriormente los pasos a dar, realmente tenemos que desandar el camino que recorremos cuando la contratamos. Esto se pide directamente a la entidad financiera, mejor a título personal, y a través del cierre la cancelación de los servicios de la cuenta gritaremos todos los problemas posteriores a los que nos hemos referido. No olvides en cualquier caso que la cancelación de la cuenta requiere una serie de pasos que siempre debes observar.

Además, deberá avisar a las entidades domiciliadas (compañía del agua, la luz, el gas, etc.) del cambio.

Pasos para la cancelación de una cuenta bancaria:

  • Notificar a todas las compañías y servicios domiciliados en tu cuenta del cierre de dicha cuenta o del cambio de la domiciliación a otra. Un recibo en descubierto, que autorizan muchas cuentas, puede suponer un problema grave y desde luego no te permitirá cerrar la cuenta mientras no lo regularices.
  • Comprobar que el contrato de tu cuenta permite cerrar de manera unilateral la misma. Esto es lo más habitual pero puede existir algún tipo de cláusula particular con restricciones.
  • Comprueba obviamente que no existen operaciones en curso que van a afectar a la cuenta en un plazo de tiempo corto.
  • Deja la cuenta a cero

Después de haber dado los plazos anteriores es momento de acudir al banco solicitar la cancelación y cierre de la cuenta, puedes pedir un certificado de cancelación sin ningún problema y la entidad que no deberá expedir.

Particularidades en el cierre de cuentas bancarias

Cuando poseemos una cuenta conjunta de titular indistinta las cosas se complican. Ni la separación y el divorcio, por ejemplo, cierran de manera automática una cuenta bancaria contratada de esta manera. La titularidad múltiple impide el cierre de cuenta unilateral. Esto es muy importante ya que a la hora de cerrar la cuenta todas las titularidades deben participar en dicho cierre. Existe la posibilidad de solicitar a título individual la cancelación particular de uno de los titulares así como la compensación de saldos deudores en porcentajes equivalentes a los titulares, pero se trata ya de un proceso más complejo en que quiere mostrar que una de las partes no quiere o no puede acceder a la cancelación de la cuenta.

Cuando ocurre un cambio de sucursal, de oficina o incluso de entidad dentro de un mismo grupo, la cuenta puede cancelarse y volverse a abrir.

El fallecimiento del titular de una cuenta bancaria implica el bloqueo de la cuenta, pero no su cancelación ni mucho menos. La cuenta deberá pasar a manos de los herederos, pero esto también es un proceso relativamente complejo. En estos casos la entidad puede considerar una cantidad de dinero determinada para hacer frente a los gastos inmediatos que se cargan en la cuenta. La cancelación de la cuenta se lleva a cabo tras la sucesión entre los herederos del difunto.

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