Cómo se calcula realmente la comisión por descubierto (y por qué parece mayor de lo que es)

Quedarte en descubierto en tu cuenta corriente puede ser un susto. No tanto por el importe en sí como por el dí­a en que aparece un recibo que no esperabas, o una compra que se carga un poco tarde, y de repente estás “en números rojos”. Y ahí es cuando el banco te puede aplicar la comisión por descubierto, que muchas veces “da la impresión” de ser desproporcionada. Pero ¿cómo se calcula realmente? Y ¿por qué al final te parece tanto lo que te están cobrando? Vamos a desglosarlo.

Cómo se calcula la comisión por descubierto

Primero, es importante que sepas que la comisión por descubierto se basa en el mayor saldo deudor que hayas tenido en ese periodo de liquidación. Es decir, aunque tu descubierto haya bajado después, si en algún momento fue de 500 €, el cálculo puede tomar ese tope. El Banco de España lo explica expresamente: se toma el mayor saldo deudor del período para aplicar la comisión.
Además, a ese importe se le suma a menudo un interés de demora sobre el saldo que hayas tenido en descubierto, por los días que estuviste “negativo”. Y encima puede venir una comisión de reclamación si el banco ha tenido que enviarte aviso o gestionar tu cuenta por ese descubierto.
Imagina que tu cuenta se queda en descubierto de 300 € durante algunos días. El banco podría aplicarte, digamos, un 4,5 % de comisión sobre esos 300 €, lo que da 13,5 € más intereses de demora por los días que estuviste y quizá una reclamación de 30-40 €. En total la factura puede llegar fácilmente a algo más de 45 €. Y cuando ves “45 € por 300 € de descubierto” piensas que es muchísimo. Porque lo es, y porque el cálculo engloba varios conceptos.
Otro detalle: el banco no puede aplicar una comisión por descubierto si el saldo negativo se debe solo a errores de valoración u otras causas ajenas a ti. Tiene que estar pactado en el contrato de la cuenta. Y la ley marca que la comisión junto con los intereses no puede superar 2,5 veces el interés legal del dinero. Así que aunque parezca que te “cobran lo que quieren”, hay límites.
Mayor saldo deudor del periodo + porcentaje o mínimo de comisión + interés de demora + posible reclamación = factura inesperada. Ahora ya entiendes por qué parece mayor de lo que creías.

Por qué “parece” mayor de lo que es y qué puedes hacer

El hecho de que la factura “duela” es algo real. Cuando pagas 45 € por 300 €, la TAE implícita se dispara –hechos recientes lo señalan– a más del 3.700 % si lo traduces a anualizado. Eso crea la sensación de “esto no puede estar bien”. Aun así, no siempre es que el banco esté haciendo algo ilegal, sino que los conceptos se suman y el efecto es mayor de lo que imaginas.
Una de las causas clave está en que los bancos fijan un mínimo de comisión que no baja (por ejemplo 15-18 €) aunque tu saldo deudor haya sido pequeño. Eso significa que entrar en descubierto, aunque solo sea por unos euros, puede costar lo mismo que si estuvieras unos cientos. Y al terminar de sumar intereses, comisión y reclamación, el golpe se siente fuerte.
Otra cuestión tiene que ver con la duración del descubierto: cuántos días estás con saldo negativo. Si es solo un día quizá la factura sea “menor”, pero si son varios y el banco “marca” el mayor saldo, el coste escala. Además, ocurre que la comisión se aplica al mayor saldo, no al que mantuviste el resto del tiempo, lo que hace que “no parezca justo”.
¿Qué puedes hacer para evitar que te ocurra? Pues lo lógico: conoce las condiciones de tu cuenta (cuál es la comisión por descubierto, los intereses de demora, cuál es la reclamación), evita dejar la cuenta en negativo, incluso por pocos días, y actúa rápido si lo haces. El banco suele darte un plazo antes de que empiece a cargarse intereses y comisiones, y si lo regularizas en ese plazo te ahorrarás parte del coste. También es buena idea que uses cuentas sin comisiones extras o que ofrezcan periodos de cobertura antes de entrar en descubierto.
Al final, la comisión por descubierto es legal siempre que esté claramente explicada, esté pactada y sea proporcional. Pero su aplicación no siempre se siente proporcional. Por eso te da la sensación de que “te están cobrando demasiado” aunque esté dentro de lo legal.
Así que la próxima vez que veas un cargo por quedar en número rojos, ya sabes qué hay detrás: mayor saldo deudor en el periodo + comisión + intereses de demora + reclamación. Y lo que parece un abuso muchas veces es la suma de todos esos elementos. Conocerlos te permite que la próxima vez no te pille desprevenido, evitarte sorpresas y tomar decisiones más informadas.

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