Nadie puede dudar que la economía tiene, en estos momentos, una importancia absoluta en la calidad de vida de todos los ciudadanos. Una situación que no ha sido en absoluto espontánea, sino que ha sido fruto de la evolución social. Los sistemas económicos han ido creándose y creciendo de forma paralela al tipo de civilización u organización cultural de cada momento específico.
Desde los inicios de las primeras civilizaciones, e incluso anteriormente, en épocas de nómadas, ya existía un germen sobre el que se basaría la economía actual, el intercambio de materia prima. Desde el trueque hasta la globalización capitalista, pasando por épocas más oscuras y siniestras en los que los sistemas de intercambio se basaban en mercancías de esclavos. Saber qué es el feudalismo o el método mercantilista ayudará a comprender cómo se ha llegado a este momento, en el que todo lo condiciona la situación económica, personal o global.
El inicio de la economía
Se puede afirmar sin temor a error que la economía ha acompañado a la especie humana desde sus más remotos inicios. El simple intercambio de 5 cabras por un camello se considera economía, y es algo que se reconoce desde hace más de 5.000 años.
Los cambios producidos a lo largo del tiempo, en este sentido, son contemplados como un espectro de doble sentido, en el que el sistema económico ha propiciado un cambio en la forma de pensar y actuar de las diferentes comunidades humanas y cada sistema económico se ha visto precedido por un cambio en la forma de ser de los integrantes de cada sociedad.
La primera y más importante de las revoluciones, la agricultura extensiva
Aunque con el sistema nómada que englobaba la agricultura de subsistencia, la pesca, la caza y el pastoreo ya se dieron los primeros intercambios económicos (trueques), no fue hasta que se llevó a cabo un verdadero asentamiento en el suelo, con la creación de una primera civilización, cuando se comenzaron a estandarizar las fórmulas usadas para el pago de productos.
Esta creación de núcleos urbanos nunca se pudo llegar a dar sin la creación de la agricultura extensiva, es decir, un modelo de cultivo que requería la presencia de personas durante todo su proceso productivo. Gracias a los excedentes que producía este tipo de agricultura, aparecieron las primeras diferencias sociales relacionadas con la economía.
El sistema esclavista
El asentamiento de las poblaciones dio origen al desarrollo de civilizaciones de trascendencia para la historia; sumeria, babilónica, egipcia, griega… que adquirieron el sistema esclavista como base para el mantenimiento y expansión de su economía. Durante una parte bastante extensa de la historia de la humanidad, el trabajo esclavo supuso la principal fuente de riqueza para diferentes culturas y sociedades.
El feudalismo, un sistema de protección basado en el vasallaje
Cuando cayó el último gran imperio de la antigüedad; el romano, la actividad económica se vertebró, ya no existía el imperio protector, con fronteras claras. La inestabilidad económica y política derivó en un constante enfrentamiento entre pueblos, familias… el campesino, el generador de riqueza, compró su protección trasladándose a los castillos a cambio de una parte de las cosechas que producían sus tierras. El diezmo (décima parte de la cosecha) se convirtió en moneda de cambio habitual durante esta época, ya que el comercio era mínimo, algunas ferias locales de ganado, artesanía y excedentes agrarios.
En los últimos tiempos de esta época, se sufre un cambio en la generación de riqueza que daría pie al siguiente estadio de la economía. Se trataba de añadir un valor a las mercancías más allá de la simple producción, apareciendo los mercaderes, los gremios de artesanos…
El periodo feudal es complejo, muy difícil de resumir en este artículo. Si se quiere completar esta información, en economipedia.com se ofrece una definición técnica muy precisa del feudalismo, origen, causas y consecuencias de este periodo histórico tan importante para Europa y España.
El dinero llega a la sociedad; el mercantilismo
La pacificación llega en mayor o en menor grado a la mayoría de los territorios, las ciudades traspasan las murallas de los castillos y se expanden. Se crea la moneda como valor de intercambio junto a la letra de cambio, los pagarés… Aparece una nueva clase social; la burguesía, que estaba apoyada por el comercio.
Se reconoce el cobro de interés, aparecen los prestamistas y el concepto de lucro cesante que acompañaría a la creación de la banca.
Dos caras de una misma moneda; comunismo o capitalismo
Con la aparición del capitalismo, la riqueza paso de ser un medio a convertirse en un fin, enriquecerse era el fin último y necesario de cualquier persona. Un problema que sigue pagando su factura a día de hoy, máxime cuando es un sistema que se basa en la mentira sostenida de que los recursos son inagotables.
En contraposición, aunque con el uso del capital como mismo fundamento, el comunismo. Un modelo socioeconómico que ha ido perdiendo fuerza con el paso de los años por un mal uso de los poderes que lo han representado y la mayor capacidad de presión que ejerce el capitalismo. El sistema comunista es ideal sobre el papel, trata de la centralización de los sistemas básicos que sostienen a una sociedad en manos del estado para su reparto equitativo, impidiendo la masificación de riqueza en manos de particulares. Busca el bien común en un estado con igualdad de condiciones para todos sus ciudadanos.
