Las cuentas corrientes remuneradas vuelven a estar en boca de todos. Ver un 2-3 % TAE en un anuncio llama la atención, porque parece que al fin los bancos pagan algo por tu dinero. Pero la pregunta es clara: ¿cuánto se traduce eso en euros? y sobre todo, ¿qué condiciones hay detrás para que no te lleves un chasco?

Qué debes revisar antes de lanzarte
No todas las cuentas remuneradas son iguales. Ese porcentaje bonito que te ponen delante suele estar sujeto a requisitos que conviene leer con calma.
Lo primero es saber el saldo máximo remunerado, porque muchas cuentas solo aplican ese interés hasta un límite. Si ingresas más de lo permitido, el exceso puede quedarse a cero.
Otro punto son las condiciones extra: domiciliar nómina, usar la tarjeta, hacer transferencias o cumplir con un número de compras al mes. Si no lo haces, la rentabilidad prometida desaparece.
También importa la liquidación de intereses. No es lo mismo que te los ingresen cada mes que una vez al año. Cuando se pagan antes, el efecto del interés compuesto hace que ganes un poco más.
Y cuidado con las promociones temporales. Muchas veces el 3 % solo dura unos meses, después la cuenta baja a un 1 % o incluso menos. Lo que parecía un chollo puede convertirse en algo mucho más corriente.
Cuánto dinero ganas de verdad con un 2-3 %
Aquí lo más sencillo es verlo con números. Si tienes 10.000 euros en una cuenta al 2 % TAE, al cabo de un año recibirías unos 200 euros brutos. Si el interés es del 3 %, serían 300 euros brutos. No es poco, pero tampoco va a cambiar tu vida.
El problema es que no siempre vas a obtener ese rendimiento. Si el banco solo remunera hasta 5.000 euros, los cálculos caen en picado. En ese caso, con un 3 % al año apenas serían 150 euros brutos.
A eso hay que sumar la retención fiscal. Hacienda se queda con un 19 % de los intereses, así que de esos 300 euros del ejemplo te quedarían unos 243 euros netos. Conviene recordarlo porque es un detalle que a menudo se olvida.
¿Merece la pena entonces una cuenta remunerada?
Depende de lo que busques. Si lo que quieres es tener el dinero disponible en cualquier momento y a la vez ganar un extra sin riesgo, puede ser una opción muy interesante. No vas a hacerte rico, pero sí a proteger un poco tus ahorros frente a la inflación.
Si en cambio tienes importes altos o buscas mayor rentabilidad, estas cuentas se te quedarán cortas. En ese caso toca mirar depósitos, fondos o inversiones más sofisticadas, siempre sabiendo que el riesgo también sube.
Lo importante es que sepas exactamente cuánto te va a dar la cuenta y en qué condiciones. El 2-3 % suena muy bien, pero la realidad es que lo que llegue a tu bolsillo puede ser bastante menos.