¿Por qué no deberías dejar nunca descubiertos en tus cuentas?

Las cuentas bancarias son una herramienta financiera de primer nivel. Se utilizan de manera expresa casi diaria. Esto hace que en ocasiones perdamos cierto control sobre su uso y que se puedan llegar a generar descubiertos. Sin embargo, los descubiertos son un enemigo muy importante de unas finanzas saneadas.

¿Por qué no deberías dejar nunca descubiertos en tus cuentas?

Para empezar, hay que saber que, afortunadamente, hoy en día los descubiertos ya no son tan frecuentes como antaño: esto viene dado porque las entidades financieras son mucho más reacias a aceptar los números rojos en una cuenta.

Sin embargo, los números rojos pueden llegar a generarse: bien por una amortización que supera el importe, o porque tienes un acuerdo con la entidad financiera que permite determinado volumen de números rojos.

En cualquier caso, nunca son una buena idea. Vamos a explicarte los motivos.

Por qué son peligrosos los descubiertos

El concepto es simple bien por un gasto, una retirada en efectivo o un recibo domiciliado, nuestra cuenta bancaria no sólo se queda sin saldo disponible, sino que se pone en saldo negativo; los números rojos.

Pues realmente va a depender mucho de lo que su entidad financiera acabe considerando y reclamando. Existen al menos tres conceptos diferenciados que le pueden ser exigidos sin ser excluyentes entre sí, es decir; le pueden llegar a cobrar por los tres a la vez.

La comisión de descubierto puede ser reclamada cuando el usuario haya realizado un cargo o una disposición en efectivo de su cuenta sin tener saldo suficiente para lo cargado o dispuesto, la operación suele disponerse sobre el mayor saldo descubierto durante el periodo de liquidación.

Además de la comisión la entidad bancaria también nos puede reclamar unos intereses deudores por descubierto, que suelen ser muy elevados de media, aunque deberán estar ajustados al tipo de interés máximo de cada entidad haya comunicado previamente al Banco de España, por lo que podemos conocerlos antemano.es

Por último, aunque menos frecuente también se nos puede solicitar la comisión por reclamación de posiciones deudoras, una comisión en concepto de las gestiones que la entidad debiera realizar para comunicarnos nuestra situación de números rojos.

Como podemos entender algunas de estos conceptos trascienden el hecho de que nuestra posición deudora haya durado horas o días, algo que por ejemplo no se contempla en la comisión de descubierto, por lo que en una negociación con la entidad financiera tras unos números rojos será la menos negociable de las tres posibles fuentes de cobro.

Cada cliente puede recibir un modelo de comunicación diferente y cada entidad a su vez otro distinto a otras entidades, aunque existe la obligación de la comunicación de la posición deudora en detalle esta suele adjuntarse a la comunicación ordinaria de la entidad al menos en las primeras comunicaciones.

En definitiva, los números rojos son un gran enemigo de las finanzas personales. Deben evitarse en todos los casos y cuando se generan han de cubrirse lo más rápido posible. En general una cuenta en números rojos va a generar más intereses en el tiempo incluso que lo que costaría financiar la deuda con la que saldar el descubierto.

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