¿Qué pasa con tus cuentas si tu banco se va de España?

La tan traída y llevada salida de Barclays de nuestro país tiene por supuesto una lectura directamente relacionada con los usuarios de la entidad, que, aún desconocen quién se hará con el negocio del banco saliente, y, también, lo que ocurrirá con sus cuentas bancarias y resto de productos financieros contratados en la entidad.

Cara a la subasta, no vinculante pero si indicativa, ya abierta el mes pasado para la venta de la entidad sonaron insistentemente entidades como Banco Popular, Caixabank y Banco Sabadell, y es precisamente aquí donde el cliente de Barclays debe prestar atención, ya que en buena medida la evolución futura de sus productos va a depender de la entidad que al final asuma el negocio bancario de Barclays en España

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¿Qué pasará con mis cuentas?

Tenemos varias experiencias recientes en este sentido, la más cercana y comentada la de EVO Banco, y es que, efectivamente, la entidad que adquiera el negocio podrá plantear cambios en las políticas de productos, esto significa que se pueden dar variaciones en las condiciones de nuestras cuentas, sin embargo existen algunos matices; el principal de ellos es la obligatoriedad de comunicación previa de estos cambios, con lo cual realmente si las modificaciones que se nos proponen no son de nuestro agrado tenemos la oportunidad de migrar nuestras cuentas a otra entidad.

Mención aparte debiéramos dedicar a los posibles periodos de permanencia acordados en contratos especiales en cuentas, en este caso los contratos deben mantenerse por ambas partes el respeto a las cláusulas hasta ser su finalización temporal.

Debemos reseñar que, la adquisición por parte de otra entidad que significará el cambio en el número de identificación IBAN, aunque generalmente esto no supondrá un grave trastorno ya que las entidades suelen seguir aprovechando de manera interna las numeraciones salientes.

¿Y qué pasará con mis otros productos?

En principio depende bastante del tipo de producto, ya que, por ejemplo, en el caso de los depósitos las condiciones pactadas y firmadas se mantienen inalterables hasta el fin de la vida del producto, obviamente si éste hubiera poseído renovaciones automáticas éstas pueden llegar al no darse ya que la gama de productos se haya modificado.

En el caso de las hipotecas, del mismo modo, se mantiene una vinculación con la entidad a través de la deuda, sobre el papel las hipotecas no admitirán modificaciones a los contratos firmados, sin embargo, los posibles cambios de condiciones o renegociaciones pueden llevar a un cambio generalizado en el contrato por lo que hay que prestar mucha atención en este sentido.

En general como vemos, en este tipo de adquisiciones se producen períodos de transición en los cuales se va conociendo la evolución de los productos de manera lo suficientemente holgada en el tiempo como para poder tomar decisiones correctas.

 

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