Seis cosas en tu cuenta corriente que deberían ser gratuitas

Las cuentas corrientes se han convertido en un producto financiero casi imprescindible. A la vez, en los últimos años, han sofisticado de manera notable la cantidad de servicios y prestaciones que nos ofrecen.

CUENTAS BANCARIAS

En la actualidad parece prácticamente imposible llevar unas finanzas personales saneadas sin el uso de las cuentas bancarias. Se trata de productos desde los que no sólo controlamos nuestros ingresos y gastos, sino que también sirven de punto de partida para cuestiones como la contratación de otros productos, o simplemente la vinculación con las entidades financieras.

La oferta de cuentas bancarias es muy grande, esto es una buena noticia para las finanzas personales ya que la competencia propone mejoras y modificaciones respecto a los contratos de cuentas estándar. Dentro de estas modificaciones hay una serie de servicios que son especialmente sensibles para ofrecerse de manera gratuita, servicios que si aún no tienes incorporados gratuitamente tus cuentas podría ser una fuente de negociación con entidad, o, incluso de buscar mejores opciones si no logras el objetivo de dicha gratuidad.

Gastos de mantenimiento

Aunque cada vez son menos todavía existen algunas entidades financieras que cobran comisión de mantenimiento por sus cuentas. Esta comisión es fácilmente eliminable simplemente con la domiciliación de ingresos, sin embargo, puede estar presente en cuentas que utilizamos menos o que apenas utilizamos.

En general hoy en día se trata de una comisión que debemos negociar en todos los casos y eliminar de nuestros gastos en servicios financieros. Es de las más fáciles de eliminar.

Tarjetas de débito, crédito, virtuales

Aquí pueden empezar los problemas, sobre todo porque las tarjetas de crédito y sus comisiones son a la postre una fuente importante de ingresos de los bancos.

Con la tarjeta de débito, si no la tenemos ya gratuita, los menos problemas, probablemente se nos ofrezca de contratación gratuita y con bastante probabilidad sin coste de mantenimiento para siempre. Si tu tarjeta de débito se supone algún gasto en forma de comisiones debes negociar inmediatamente en este aspecto.

Las tarjetas virtuales generalmente son prepago. Esto significa que por sistema tampoco deben generar gastos de mantenimiento o costes de contratación en ningún caso.

Con las tarjetas de crédito la cuestión es diferente. Hoy en día es bastante sencillo acceder a este producto sin pagar cuotas de contratación, sin embargo, la gratuidad es otra cosa. Hay que estar atentos ya que en muchos casos se ofrecen tarjetas de crédito como gratuitas pero sólo lo son durante un período determinado, por ejemplo, durante el primer año. Posteriormente estas tarjetas pasan a cobrar una comisión de mantenimiento.

Resulta bastante normal que estas comisiones de mantenimiento puedan ser eliminadas gracias a, por ejemplo, un uso determinado de la tarjeta durante el año. En cualquier caso se trata de un servicio que hoy en día cada vez se acerca más a la gratuidad, perfectamente negociable y, aunque con condiciones, posible en casi todas las tarjetas estándar.

En este artículo descubrimos dónde acaba el dinero de las cuentas olvidadas

CUENTAS CORRIENTES

Transferencias

Con los costes de transferencias es más complicado encontrar términos medios. Lo cierto es que las entidades financieras varían mucho de una a otra su política en relación a los costes de transferencias.

En el caso de las transferencias nacionales, las transferencias comunes suelen ser gratuitas en todas las entidades financieras de una entidad española a otra entidad española, con algunas excepciones en el caso de transferencias urgentes.

En el caso de transferencias en el ámbito europeo, en la actualidad sobre el papel una transferencia a un país europeo adherido a la SEPA debe resultar igual que una transferencia nacional entre entidades del mismo país. Esto resulta de una normativa en la que las comisiones por transferencia en el país origen han de ser las mismas que las que se aplican por transferencia en dirección al resto de Europa. Por tanto, si nuestras transferencias nacionales son gratuitas las internacionales también deben serlo.

Se trata de un servicio negociable que, merece la pena tener claro de antemano y no esperar a una situación de necesidad para negociar su gratuidad.

Ingresos de cheques

Es una actividad en desuso dentro de los servicios financieros asociados a las cuentas corrientes. No hace tantos años este tipo de acción acarreaba un coste o comisión por ingreso y libramiento del talón. En la actualidad se trata de una comisión o gasto fácil de eliminar ya que no se realizan muchas transferencias, una negociación sencilla puede traer consigo poner de manera gratuita a este servicio.

cuentas bancarias

Seguros de las tarjetas

Se trata de otro gasto que, habitualmente, va a venir ya descontado en muchas ofertas. Los seguros asociados a las tarjetas de crédito habitualmente son seguros de bajo importe de, cuyos gastos solían imputarse a la propia contratación del producto.

En la actualidad los seguros más habituales son los de fraude y robo por un lado, capaces de cubrir el mal uso de la tarjeta en estas situaciones o seguros más conocidos como los de accidentes o viajes si se compran estos, la citada tarjeta.

En general, salvo contrataciones específicas y aumento de las coberturas, todos estos seguros son relativamente fáciles de negociar y de eliminar dentro de nuestros costes asociados con la cuenta bancaria

Acceso online e información en red

De una década a esta parte los servicios financieros en Internet han ganado una cuota de mercado enorme. En la actualidad una buena parte de las operaciones que realizamos con cuentas bancarias se hace a través de Internet. En este contexto los servicios de acceso a las plataformas de los bancos en Internet no deben ser de pago en ningún caso. De algún modo es como si se planteara el cobro cada vez que entramos en una sucursal por el mero hecho de entrar en ella. Ojo, hay bancos que plantean costes en cuestiones como la comunicación vía correo ordinario o comisiones por consultas operativas realizadas desde la oficina. La gran mayoría de entidades bancarias no cobra por estos servicios, y si no es nuestro caso, ya estamos perdiendo tiempo antes de acudir al banco a negociar.

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