Los problemas de las cuentas indistintas

Se trata de un producto imprescindible tanto para la gestión de la economía doméstica como para su uso en los negocios, las cuentas bancarias son una parte fundamental de nuestra manera de entender las finanzas. Estas cuentas pueden tener figuras diferentes, las denominadas cuentas indistintas poseen unas características especiales que siempre hay que tener en cuenta.

CUENTAS INDISTINTAS

En la actualidad parece impensable que podamos gestionar una economía doméstica sin el uso de cuentas bancarias. Es cierto que se ha modificado mucho la manera de entender este tipo de productos, una buena muestra de esto la tenemos en cómo se utilizan los servicios financieros a través de Internet, y como las operativas de las cuentas cada vez en mayor medida se hacen en la red.

Existen diferentes tipos de cuentas, ya el lector sabe, desde las cuentas a la vista en las que podemos operar ingresos, gastos, conciliaciones, transferencias, etcétera, hasta las cuentas ahorro que nos ofrecen una remuneración por el depósito de nuestro dinero. Sin embargo hay otras posibles catalogaciones para las cuentas, por ejemplo si son indistintas o no con varias titularidades.

Las cuentas indistintas

Es muy importante conocer las particularidades de las cuentas indistintas ya que pueden afectar mucho a las finanzas personales debido a sus características especiales.

Hay que empezar diciendo que se trata de cuentas en las que hay más de un titular y todos los titulares están autorizados a la disposición de los saldos que figuren en la cuenta, así como todas las operativas autorizadas en dicha. Es decir, en este tipo de cuentas cualquiera de los titulares podrá no sólo sacar dinero, también realizar transferencias, conciliaciones, hacer ingresos, emitir cheques…

Se trata de una cuenta muy empleada en todos los ámbitos y especialmente en familia, pero a la vez, es un modelo de cuenta que genera muchos problemas cuando la vinculación entre los titulares desaparece por el motivo que sea, sobre todo si no se llega a acuerdos entre dichos titulares.

También es muy importante tener claro que en una cuenta indistinta con varios titulares las responsabilidades son compartidas y pueden ser exigidas a cualquiera de los titulares, esto cobra especial relevancia cuando estas cuentas sólo una parte de los titulares aporta los ingresos.

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CUENTAS MANCOMUNADAS

Desde la apertura de la cuenta

Simplemente con tener mayoría de edad, no estar incapacitado legalmente y por tanto tener capacidad plena de obrar podemos abrir una cuenta bancaria. El proceso es verdaderamente sencillo y rápido una vez elegido el banco en el que vamos a realizar esta apertura.

Es en este momento cuando nos planteamos si abrimos una cuenta individual con un único titular, es decir que la solicita, o si alguien más será titular en la cuenta. Es importante tener claro que esta decisión es relevante tanto por las obligaciones que adquiriremos, como por las consecuencias que asumimos al compartir dicha titularidad.

Distinguimos hasta tres diferentes tipos de cuentas con más de un titular:

Cuentas conjuntas o mancomunadas

Se trata de cuentas en las que pueden aparecer en dos o más titulares. Es la forma más habitual de apertura y uso de cuentas bancarias en las empresas, sociedades, asociaciones etcétera.

La particularidad principal de las cuentas mancomunadas es que para cualquier operación a realizar contra la puerta, incluido la disposición en metálico, será necesaria la firma de todos los titulares.

Suele ser habitual pactar con la entidad bancaria condiciones particulares en las que, por ejemplo, una cierta cantidad de dinero pueda ser retirado o transferido sin la necesidad de la firma de todos los titulares, esto es bastante lógico ya que apuesta por que las operaciones pequeñas puedan realizarse cómodamente sin entorpecer la labor de la empresa y los socios, mientras que para las operaciones grandes la firma de todos los socios será inexcusable.

Estas modificaciones varían dependiendo del propietario de la cuenta, obviamente no es lo mismo una empresa privada que una asociación o que, por poner un ejemplo una comunidad de vecinos. Las autorizaciones variarán en función de las necesidades de cada conjunto de titulares.

Se trata de una cuenta con varios titulares con ciertos elementos de protección gracias a esta obligatoriedad de firma, pero, a la vez, es una cuenta con poco nivel de efectividad ya que para las operativas importantes (en algunos casos para todas las operativas) necesitará de la firma de todos los titulares lo que puede suponer una pérdida de tiempo y desde luego un retraso importante en casos de necesidad rápida.

Cuentas indistintas o solidarias

Se trata de cuentas muy habituales en el ámbito de la economía doméstica. En ellas cualquiera de los titulares puede disponer de los saldos completos que figuren en la cuenta, así como realizar todo tipo de operativas desde domiciliación es hasta traspasos o emisión de cheques.

Al tratarse de cuentas solidarias todos los titulares asuman la responsabilidad subsidiaria. Es cierto que existen algunos elementos en este sentido a tener en cuenta, por ejemplo si se producen saldos deudores en la cuenta estos pueden ser exigidos a cualquiera de los titulares para su reembolso. Obviamente se trata de cuentas que nunca deben abrirse excepto una relación de confianza muy evidente, aun así con el conocimiento de lo que estamos contratando y las responsabilidades que asumimos.

Ojo, los titulares pueden ir sumándose tras la apertura de la cuenta, es decir, la cuenta puede abrirse como individuales se puede transformar en solidarias, pero, para su cancelación todos los titulares deben dar la conformidad, es decir, el primer titular no podrá unilateralmente cancelar la cuenta.

Cuentas Mixtas

No es tan frecuente como las anteriores aunque es una opción a valorar. En este caso se combinan características de las cuentas mancomunadas y la solidarias.

Esto se traduce en que si la cuenta tiene tres titulares pueden quedar establecidas las condiciones en las que solamente con la firma de los titulares pueda realizarse cualquier tipo de operación. Es decir, se puede volver indistinta con la firma de los titulares no de todos los titulares. Otra modalidad es cuando existe la obligación de la firma de uno de los tres titulares con cualquiera de los otros dos, es decir uno siempre deberá estar presente con su firma ante cualquier operación.

Son cuentas que puede responder al funcionamiento de pequeñas empresas, o, en el ámbito familiar abiertas por un titular que desea compartir en parte el contenido de la cuenta pero sin perder el control de la misma.

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CUENTAS SOLIDARIAS

Los problemas de las cuentas indistintas

Como podemos imaginar las cuentas indistintas son las que mayor problema puede generar. También, como ya hemos indicado, son las más habituales ya que están presentes en una gran mayoría de economías domésticas, tal vez no siempre como cuentas principales, pero sí como cuentas comunes en todo caso.

En nuestro país, generalmente, las cuentas indistintas y el régimen gananciales los matrimonios suelen ir de la mano por lo sencillo de su uso en la rapidez y agilidad que ofrecen ante cualquier operativa. Aunque con el paso del tiempo se ha ido modificando esta manera de usar las cuentas bancarias dentro del ámbito de la pareja, y hoy en día es muy frecuente también encontrar modelos en los que ambas partes poseen sus propias cuentas individuales, en nuestro país, a diferencia de países como Reino Unido donde apenas existen las cuentas indistintas, siguen siendo mayoría éstas.

La razón de ser de estas cuentas bancarias es la confianza, pero, si se quiebra la confianza por cualquier motivo se multiplican las posibilidades de conflicto. Desde los conflictos que puedan establecerse por los herederos en el caso de fallecimiento de los titulares, hasta conflictos entre los titulares, por ejemplo tras un proceso de separación matrimonial. Asimismo los conflictos que puedan surgir con la entidad financiera de los que todos los titulares son responsables suelen también tener una presencia amplia dentro de los problemas que surgen en estas cuentas, sobre todo cuando los motivos que justifican su contratación ya no existen, y los titulares no quieren asumir sus responsabilidades.

El autorizado una figura a valorar

El autorizado es una figura a tener en cuenta dentro de las cuentas bancarias ya que se mueve a caballo entre las ventajas de un cotitular y el control propio de la cuenta por parte del titular primigenio.

A diferencia de lo que ocurre en el caso del cotitular, la persona autorizada no puede cancelar cuentas bancarias, pero pueden realizar todo tipo de operaciones financieras sobre ella siempre y cuando el titular lo haya autorizado.

Esto también es importante porque a veces pensamos que cuando firmamos un autorizado para nuestras cuentas lo hacemos en régimen absoluto y que lo único que podríamos hacer en todo caso es deshacer la autorización, esto no es así. En la práctica puedes negociar con tu entidad bancaria límites de la operativa para el autorizado, es decir, puedes limitar la cantidad de dinero que puede sacar u otras operativas.

Es importante saber que un autorizado no es un titular, y esto es importante sobre todo en momentos como el fallecimiento del titular ya que la autorización desaparece automáticamente, sin embargo, si no se comunica de manera clara el derecho a la entidad financiera el autorizado podrá seguir operando en la cuenta hasta la reclamación de herederos. Esto por ejemplo genera muchos problemas legales dentro de las cuentas heredadas.

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