¿Necesitas una cuenta corriente? ventajas y desventajas de las cuentas corrientes

Hoy en día se hace difícil pensar en la gestión de una economía doméstica sin la presencia de las cuentas bancarias. El uso de estos productos financieros está tan extendido que difícilmente podemos pensar en prescindir de sus funcionalidades, sin embargo, es interesante plantearse realmente el motivo por el que utilizamos estas cuentas ya que, probablemente, si estamos dando un mal uso o tenemos un exceso de cuentas, vamos a poder ajustar mucho mejor el producto a nuestra realidad.

Las cuentas bancarias siempre han sido un elemento muy importante en la relación entre los usuarios y las entidades financieras. Sin embargo, podríamos afirmar que en la última década han cobrado mayor relevancia si cabe, el uso de las nuevas tecnologías y la posibilidad de operar con nuestras cuentas a través de Internet ha generado un espectro muy superior a lo que estábamos acostumbrados y nos ha dado muchas funcionalidades de uso inmediato que antes no teníamos.

Cuentas bancarias

¿Qué número de cuentas necesitas en tu vida?

A lo anterior debemos unir sin duda la importancia que el producto ha adquirido por sí mismo. Hoy en día resulta complicado concebir por ejemplo la domiciliación de nuestros ingresos más allá de una cuenta, aún siendo posible, y resulta más difícil aún plantearse determinados contratos de suministro en los que el pago exige necesariamente una cuenta para domiciliar los recibos, cuando no también de manera previa para la firma de los contratos.

¿Realmente necesitamos las cuentas bancarias?

Como veremos posteriormente durante los últimos años han ido surgiendo experiencias relativas a la operativa de cuentas no bancarias, sin embargo aún no se puede considerar mucho más allá de experimentos o en fase de desarrollo, de momento la realidad pasa por el crecimiento exponencial de las ofertas de cuentas, fundamentalmente las cuentas en las que se nos permite domiciliar ingresos y gastos y con las que vamos a poder acceder en condiciones preferentes a otros productos como veremos posteriormente.

A pesar de la posibilidad, compleja, de vivir sin cuentas bancarias, el esfuerzo y la dedicación que esto requeriría hace que resulte muy poco operativo: imaginemos un escenario en el que cobramos nuestros ingresos en metálico, en el que no tenemos un producto para su depósito con lo cual gestionamos sólo metálico, lo que a su vez deriva en que nuestros pagos siempre se realizan en metálico incluyendo los suministros que hoy en día son tan difíciles de abordar, y que en el mejor de los casos no supone el traslado a una entidad bancaria de manera física para poder realizar ingresos… en definitiva realmente el uso de las cuentas bancarias y sobre todo la enorme funcionalidad que el acceso a Internet les ha proporcionado hace que hoy por hoy podamos afirmar que es prácticamente imprescindible poseer al menos una cuenta bancaria.

Comisiones cuentas nómina¿Qué ventajas me aporta una cuenta bancaria?

Además de las ventajas señaladas anteriormente (la posibilidad de realizar ingresos, domiciliación es, transferencias, etc.)  las cuentas bancarias se han convertido realmente en el punto de referencia en la relación entre usuarios y banca. Si bien esto siempre ha sido así en las últimas décadas se ha ido acentuando de manera notable, hoy en día cuando pensamos en las mejores bonificaciones a obtener dentro de los productos financieros difícilmente vamos a poder hacerlo desligándolas de la vinculación directa con la entidad a partir de la contratación de una cuenta y la domiciliación de nuestros ingresos, por tanto, las principales ventajas se derivan precisamente de esto, del uso que las cuentas nos ofrecen a partir de la domiciliación de nuestros ingresos.

En general las principales ventajas como decíamos parte de las bonificaciones: por ejemplo, mejores condiciones a la hora de acceder a un crédito o préstamo, mejores condiciones en la contratación de productos como seguros, tarjetas de crédito o sin costes de contratación e incluso sin costos de mantenimiento, acceso preferente en general a la financiación… en definitiva una suerte de trato de cliente premium (con matices) que varía bastante en función de las ofertas de las diferentes entidades.

Por otro lado, otra ventaja innegable en este tipo de relaciones es la de la ausencia de comisiones. Debemos pensar que los mejores productos dentro de la oferta de cuentas, es decir aquellos que menor nivel de gasto proporcional, son precisamente los que exigen mayor nivel de vinculación.

¿Existen alternativas a las cuentas bancarias?

Además de esos procesos manuales tan complejos a los que nos hemos referido anteriormente, la única alternativa visible sería la de las cuentas no bancarias. Se trata de productos que ofrecen parte de las funcionalidades de las cuentas pero fuera del sistema bancario, respondiendo a propuestas bien de compañías comerciales o similar. Este segmento aún no se encuentra muy desarrollado, hay experiencias como la cuenta nikel en Francia que se encuentran bastante avanzadas, pero, en general, no dejan de ser cuentas, es decir, puede proponernos un modelo de funcionamiento alternativo pero basado en los principios habituales de las cuentas, con el añadido de tratarse de productos que aún hoy en día no permiten algunas de las funcionalidades principales como por ejemplo las domiciliaciones de gastos.

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