En muchas ocasiones hemos analizado los diferentes tipos de cuenta, hemos hablado de cuentas corrientes, de cuentas de ahorro, de cuentas para niños. Sin embargo, rara vez citamos las denominadas cuentas espejo. Te explicamos el motivo.
Realmente, no podemos considerar a las cuentas espejo como un tipo de cuenta. Por eso, cuando hablamos de tipos de cuentas bancarias, no aparecen como tal. Más que una cuenta, podríamos estar hablando de una acción o un servicio financiero como veremos a continuación.
Qué es una cuenta espejo
Una cuenta espejo es el nombre que se le da a la copia exacta de una cuenta bancaria. Esta cuenta, la réplica, va a ser exactamente igual a la cuenta original, tendrá los mismos titulares, tendrá las mismas comisiones, en definitiva, los mismos servicios y posibilidades.
La diferencia entre ambas cuentas radica en el hecho de que la cuenta refleja se abre en una sucursal distinta a la original. Esto significa, que puedes abrir una cuenta espejo en cualquier lugar donde tú entidad bancaria tenga sucursales. Y, aunque es de facto la misma cuenta, posee numeración diferenciada, y se pueden realizar operaciones entre ambas, es decir, puede realizar una transferencia de la cuenta original a la cuenta espejo y viceversa.
Por qué nacen las cuentas espejo
Realmente no estamos ante un servicio nuevo. Originariamente, una cuenta espejo se concibe para favorecer la movilidad del usuario sin que tenga que abrir nuevas cuentas bancarias.
De hecho, una cuenta espejo se puede abrir tanto en la misma localidad, como en la misma región, como en otro país, sólo depende de que la entidad tenga una sucursal disponible donde se desea abrir la cuenta nueva.
Posteriormente, también se ha asociado el uso de las cuentas espejo en momentos de convulsión económica, en los que un territorio puede sufrir baches económicos que afecten a la cuenta. Un ejemplo de esto podría ser los intentos de eludir los corralitos con cuentas espejo.
Apertura de una cuenta espejo
El proceso de apertura de una cuenta espejo no es nada complicado. Simplemente se debe acudir a la entidad correspondiente e indicar la sucursal en la que se desea abrir la cuenta refleja, o acudir a la propia entidad.
El proceso es el mismo que con cualquier otro tipo de cuenta, y los datos, si no se van a dar modificaciones serán los mismos, aunque probablemente haya que volver a justificar datos de identificación personal.
Es importante tener en cuenta, en cualquier caso, que se trata de un producto que replica a la cuenta original, esto significa que las comisiones se verán repercutidas de igual manera, no tiene ninguna variación en este sentido. Sin embargo, en algunos casos, es posible negociar las comisiones con la entidad.
En definitiva, se trata de un servicio que permite replicar una cuenta, que no tiene mayor utilidad que la que hemos citado hasta ahora, y que realmente no es relevante como tipo de cuenta, ya que como tal no representa una categoría.
