Desde el pasado año 2019, el sector bancario se volvió mucho más estricto y exigente en cuanto a las condiciones para poder acceder a una cuenta bancaria gratuita, imponiendo incluso unas comisiones obligatorias en caso de incumplimiento de alguna de ellas.
Se trata de medidas drásticas que han seguido entidades de mucho peso en nuestro país, tales como el Banco Santander con su conocida Cuenta 1,2,3, y después de esta fueron Bankia, BBVA y Sabadell, entre otras. Sin embargo, hubo entidades que creyeron mucho más razonable comenzar a imponer estas medidas al terminar el estado de alarma, tratando de ofrecer todas las facilidades posibles a sus clientes mientras este durase.
Por qué los bancos vuelven a utilizar las comisiones cada vez más
En cualquier caso, el sector bancario no se ha librado de sufrir los terribles efectos que ha traído consigo la crisis económica por la pandemia de Covid-19. La situación se ha complicado hasta tal punto, que el propio Banco Central Europeo ha tomado la decisión de llevar a cabo medidas extraordinarias para poder seguir frenando los inconvenientes de la crisis.
Los expertos lo tienen claro: el sector bancario necesita recuperarse. Esto pueden hacerlo de diversas maneras, por ejemplo por medio del ahorro de costes, como ya están haciendo entidades al tomar la decisión de fusionarse. Aunque la opción más común para poner remedio a esta situación, es aumentar las comisiones para sacar mayor rentabilidad con sus productos, y esto puede conseguirse por medio de una vinculación con nuevos productos contratados, que dispondrán de un coste determinado.
Así lo harán entidades como el Banco Santander, que el próximo 5 noviembre presenta en el mercado Santander One Iberia Plus, un producto que fusionará todas las cuentas de sus clientes en una sola, y dispondrá de determinados requisitos y penalizaciones si estos no se cumplen, a excepción de cuentas pertenecientes a menores y jóvenes.
Este supone un gran cambio en relación a su producto estrella, la Cuenta Zero 1,2,3, que solamente tenía como requisito la domiciliación de ingresos iguales o superiores a 600 euros todos los meses, así como la domiciliación de 3 recibos de manera trimestral, o bien llevar a cabo 6 operaciones distintas usando la tarjeta de crédito o débito.
A partir del 5 de noviembre, será necesario cumplir con las nuevas condiciones, además de realizar la contratación de un producto de financiación, ahorro o un seguro, si se quiere evitar el pago de determinadas comisiones. Si no se cumpliesen los requisitos, la cuenta supondría un coste anual de 240 euros, o 120 si se trata de una domiciliación de nómina.
Cabe destacar que el Banco Santander no es la primera entidad en tomar una decisión como esta, puesto que una medida similar ha realizado Caixabank este mismo mes, unificando su oferta en el programa Día a Día, cuyos requisitos son: la domiciliación de una nómina mínima de 600 euros o una pensión de 300, domiciliar como mínimo 3 recibos mensuales o realizar 3 compras con la tarjeta de crédito al trimestre para evitar el pago de las comisiones.
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