Puede que en ocasiones hayas escuchado, incluso por parte de analistas, que conviene tener cuentas en más de un banco, y que, concretamente, es conveniente separar las cuentas a la vista o de gastos de las cuentas de ahorro en diferentes bancos. Vamos a tratar de explicarte los motivos por los que se propone este modelo, y en qué casos puede ser adecuado, y en cuáles no es tan importante.
En primer lugar, hay que tener en cuenta lo que entendemos por ambas cuestiones. Las cuentas corrientes o cuentas de gasto, serán cuentas en las que tengamos ciertas cantidades de dinero, que utilicemos para liquidez y que, también, utilicemos para el control de gastos, domiciliaciones, etc. por su parte, las cuentas de ahorro serán aquellas en las que depositemos, por ejemplo, el dinero de nuestros fondos de emergencia. Es decir, una son cuentas líquidas en las que necesitamos operar con rapidez, y las otras son cuentas a las que acudiremos exclusivamente en caso de necesidad, y generalmente sólo para operaciones muy concretas.
Los costes
El primer valor a tener en cuenta son los costes. En general, las cuentas de ahorro suelen ser más caras de mantener, y, además, no siempre tienen las ventajas de vinculación que ofrecen, por ejemplo, las cuentas nómina o cuentas más orientadas al gasto y la liquidez.
Por tanto, desde el punto de vista del coste, y teniendo en cuenta que existen ofertas de entidades bancarias en las que el ahorro no sólo ofrece una pequeña rentabilidad, sino que también elimina los costes de mantenimiento, este es uno de los motivos que se valora cuando se trata de elegir un banco diferente para la cuenta de ahorro.
La repercusión directa de necesidades puntuales
Puede parecer una cuestión muy lateral, pero realmente es importante. Cuando se tiende a concentrar en un único banco todas las cuentas, también se tiende, en caso de necesidad puntual, a movilizar dinero de unas a otras. Es sencillo, es rápido, y generalmente no tiene coste. Sin embargo, esto no siempre es la mejor opción. Probablemente, tengamos alternativas que nos permitirían no tocar el dinero de ahorro salvo un motivo muy excepcional.
Cuando este dinero se encuentra en otro banco, es probable que busquemos, previamente, alternativas antes de enviarlo a resolver una situación puntual que tal vez tenga otra resolución sencilla o de menor coste.
La protección
Y probablemente este sea el asunto clave. Hay que recordar que en España existe el fondo de garantía de depósitos. Este fondo opera de tal forma que, en caso de quiebra de una entidad financiera, es capaz de cubrir los depósitos de los usuarios que hayan perdido dinero. Estos depósitos, además de los plazos fijos, también alcanzan a las cuentas a la vista y las cuentas de ahorro. Pero, presentan una limitación, no cubren más de 100.000 €. Por tanto, en una situación en la que disponemos de más de 100.000 € entre nuestra cuenta de ahorro y el resto de cuentas, no tenemos protegido todo nuestro dinero en caso de quiebra o cualquier problema que afecte a la liquidez del banco. Entonces cobra sentido dividir las cuentas para, minimizar el riesgo.